martes, 13 de noviembre de 2012

Apertura Otoñal

Lo Otoñal

Otoño...que bonito nombre, cuantas sensaciones....
Ah, pero lo que más me gusta es el otoño invernal... ese otoño pálido con aromas a café y libros que anochece temprano y que eclipsa hasta al verano.

Ese frío que en resumen, da calor.

Fabuloso viento que mece la vida, que hace que tu pelo ondee en son de libertad....que provoca que las hojas se escapen....Sin el no podríamos caminar mientras crujen las hojas de los árboles desnudos de las ciudades.


Mirar hacia arriba y ver llover; lluvia plagada de exquisitas danzas de las aguas y que cubren las aceras, formando charcos para que en vez de esquivarlos, nos atrevamos a saltar sobre ellos mientras entonamos culaquiera de las canciones de nuestro corazón. Esos charcos de vida y esperanza que nacen para ser pisados, pero que también pueden ser contemplados para que encontremos nuestro reflejo.

Reflejo de vida, destello de sueños.... 


Y que me dices del tráfico rutinario, del ruido de los coches al pasar....yo prefiero caminar mientras me mojo, porque la lluvia tiene derecho a descender sobre mi cuerpo, a quedarse en mi cara y camuflarse con las lágrimas. Nada de paragüas que nos cohiben de las sensaciones.
Olor a castañas por las calles, mientras paseo....sintiendo el dulce frío que me cambia de color. Y espero, igual que la vida espera al otoño para que con éste, se desnude la ciudad. 

Las luces son naranjas y se tornan amarillas a medida que las horas giran hacia la derecha....al fin y al cabo, aunque sea de noche, la vida pasa. Luces tenues y tintineantes que enfocan a los deambulantes de sueños, a los caminantes de la vida, a los conquistadores de metas....  Luces que aparecen al alba, mientras que de noche te acompañan hasta tu nido. Luces que te muestran las sombras de las calles, esas sombras largas y oscuras que te escuchan y te te vacilan.

Pero lo mejor es como cambia el tiempo, como esta rutina otoñal es la que te hace "ser" y cómo te gusta que el frío recorra tu médula hasta que te enfrias y produces vaho....el vaho ligero de las voces de tus sueños...el vaho que quieres que otros suspiren. Ese vaho que te calienta las manos y que te hiela las palabras.

Otoño invernal....grandes movimientos.

Después cambiaremos hojas por nieve. No habra crujidos, pero habrá huellas. Y entoncés comenzará la navidad. Pero hasta entonces sueña por las calles del otoño.
Abre las ventanas de tu casa, respira el aire húmedo, cierra los ojos, hielate...siente. Que tu estas hecha para ser un alma otoñal...dispuesta a deambular por las calles del anochecer temprano. Porque a find e cuentas, la noche es tuya y te abraza. Asique simplemente ¡vive!

Y Recuerda....que para mi no hay más calor, que el del otoño.
Que es un frío, que calienta.